LA TENDENCIA

Un concepto importante, del que se ha venido hablando desde hace algún tiempo, en ámbitos de comunicación, es el de los influenciadores. Se trata de una nueva característica de venida de los nuevos usos en las redes sociales. Los influenciadores poseen la capacidad no sólo tecnológica, sino conceptual de posicionar determinados temas de distintos ámbitos, en las redes sociales, bajo plataformas de cualquier tipo.

Como le mencionaba antes, hoy, no basta con saber manejar una determinada red, el perfil de la comunicación en general cada vez se orienta más hacia el posicionamiento temático, la publicación de ideas, opiniones, pareceres, y observaciones, incluso a audiovisuales sobre determinada situación, casi una redefinición del concepto de noticia.

Podríamos decir que hoy logra influenciar, quien conoce, domina, e investiga sobre determinado o determinados temas.

Pero que además sabe encontrar las herramientas clave, para posicionar ese mensaje.

Pero de influencia está determinada por muchos factores. Uno de ellos es la periodicidad, el otro, la credibilidad. También la asertividad con que se desarrolla la comunicación.

Hoy las organizaciones van en búsqueda de profesionales capaces de generar ideas, una primera forma de influenciar.

Lo vertiginoso del desarrollo tecnológico, aunado a las necesidades de un público totalmente heterogéneo, presionan a la comunicación a cambios permanentes, y concretos.

Lo que se podría denominar como puedo ver hoy en el ámbito comunicativo, ya no está en el manejo de una herramienta o red social. Está básicamente en la capacidad de manejo de información, conocimiento, e ideas dentro de esas redes.

EN PRIMER PLANO

Siempre es bueno retomar un blog. Y lo estoy haciendo.

Lo vertiginoso de las herramientas que hoy ofrece la comunicación, no ayuda a veces a dimensionar la importancia de cada una de ellas. 

Creo que el valor hoy de la comunicación, tanto ínter personal como de organizaciones, y en base a mi experiencia, estriba en no solo saber utilizar las decenas de herramientas existentes, sino de ponderar la fuerza del mensaje en cada una de ellas.

Facebook, Twitter y otras aplicaciones poseen millones de cuentas que son abiertas pero que en breve quedan inactivas.

Decir algo, compartir una imagen, un sonido o una idea es relativamente fácil hoy. Lo difícil parece ser en muchos casos encontrar la fuerza de un mensaje que llegue y provoque algún cambio en el receptor.

Mirando hacia adelante, cabe la idea de pensar ya no en comunicar. La clave comenzará a ser muy en breve, influenciar.

Es, supongo, el paso siguiente en el estudio e investigación que va mas allá de modelos de comunicación. 

Es el desafío.